Sí, dejamos de ser un submundo oculto y sin rostro, dejamos de ser los elitistas muñecos de porcelana que difícilmente se veía en las calles y pasamos a ser unos vampiritos de moda gracias a la mercadotecnia que nos rodea, y nos guste o no ahora estamos llenos de góticos metrosexuales y adolecentes que sin sentir este estilo de vida, sale a la calle y se atavía de terciopelo y lleva bajo el brazo la última entrega de la saga de Crepúsculo dando vueltas en centros comerciales.
No es de extrañar en realidad, desde antes que Mayer nos bombardeara con libros de tinte metrosexual en una atmosfera vampírica, ya Lacrimosa había llevado a la escena oscura a la luz pública de los mortales y antes de Lacrimosa y su posterior oleada de bandas de Metal Sinfónico donde Therion sobresale por ser el pionero de este estilo y la salida de miles de grupos que en verdad muy pocos traen algo nuevo. Incluso en nuestro México tenemos grupos tan comerciales que incluso han hecho apariciones en televisión abierta, donde Anabantha es la reina de las bandas nacionales.
Entonces el dinero producto de la mercadotecnia nos ha tomado como sus rehenes y las bandas tienen más producción y mayor alcance y lo mismo los rockers que los emos escuchan grupos que claramente son góticos. Sí, el segmento de público al cual las bandas oscuras van dirigidas ha dejado de pertenecernos, y lo mismo aparece un tema de Therion como intro de luchadores de la AAA que es el sound track de alguna película Hollywoodense.
Evolucionar o morir, esta frase referente al Darwinismo, nos invita a adaptarnos a esta nueva inclinación, ya que los góticos auténticos no tendrán problemas en seguir con su estilo de vida. Es más esta es una oportunidad de demostrar al mundo nuestra verdadera esencia, tal vez el día de mañana no será mal visto un gerente con largo cabello y vestido de negro, o una contador con tatuajes y perforaciones, tal vez esta sea la oportunidad de lograr el respeto de durante años de existencia los prejuicios sociales y la marginación no habían robado.
Entonces Lacrimoda como se le conoce entre los detractores de la banda alemana ya no parecerá un enemigo a nuestro mundo, si no un aliciente de un empresario que levanta la bandera gotica con orgullo y sobre todo con sed de triunfo.
Dependerá de nosotros si queremos seguir siendo los marginados y malhumorados a los que se les ha invadido su mundo con música y libros comerciales. O nos convertimos en ejemplos de éxito no solo musical y literario si no grandes líderes empresariales y quizás sociales. Por mi parte quiero salir del montón de los anónimos que lo único que hacen es criticar y quejarse, por mi parte quiero ser una persona de éxito.
Gracias a todos aquellos camaradas oscuros que han dejado de fantasear con un submundo alejado del mundo, y han tomado las riendas del éxito y se han puesto a estudiar y trabajar y dejar a un lado esa falsa pose de indiferencia. Ya que gracias a ustedes una comunidad marginada como lo fue un día la nuestra, será una comunidad gigantesca y respetada.
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